UN VIAJECITO AL PASADO (NARRATIVA)

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Antes del WhatsApp… ¡Así se escribían las cartas de amor!

Mucho antes de los stickers, los mensajes en visto y los estados de WhatsApp, el amor viajaba en papel y tinta, con corazones dibujados a mano y frases que hacían suspirar… o llorar.

¿No lo crees? Mira este ejemplo real, escrito desde el corazón en el Ejido El Edén, allá por 1999:

De: Juan

Para: María

Ejido El Edén, a 8 de octubre de 1999

Espero que al recibir esta carta te encuentres bien de salud al lado de tus seres queridos. Después de mi corto saludo, paso a lo siguiente.

El motivo de esta carta es para decirte, María, que yo te amo, que mi corazón se parte en dos cuando no te veo… ¡Qué digo en dos! ¡En mil pedazos! Cada vez que llego a mi casa, voy al ropero, busco tu carta y huelo tu perfume…

Cuando salgas del Ejido El Edén, con don Froilán, cómprate un helado y acuérdate de Juan, que siempre estará a tu lado. Eres para mí el amor más grande y bello que me ha sucedido. Siempre te amaré.

Juan.

¿Te imaginas escribir eso a mano, doblarlo en forma de cuadrito, perfumarlo y pedirle a tu mejor amiga que se lo entregara en el otro salón?

¿Cuántas cartas guardaste debajo del colchón o del tapete, esperando que no las encontraran en casa?

¿Recuerdas tu primera carta de amor… y ese momento en que la volvías a leer para ver si aún olía a su perfume?

¿Y cuántas veces regresaste el casete una y otra vez para copiar la letra de Los Temerarios o Los Bukis y escribirla completa en una hoja blanca?

Hoy todo es más rápido, pero quizá menos profundo. Antes, una carta podía hacerte llorar, reír y oler a perfume todo al mismo tiempo. Se guardaban en cajas de zapatos, debajo de la cama o en el ropero… y eran más valiosas que cualquier mensaje de texto.

¿Y tú? ¿Guardas alguna carta escrita a mano?

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